Networking, camino al éxito profesional

 

Cuando alguien decide embarcarse en un nuevo proyecto, emprender, debe tener claro que el viaje no lo hará solo. A lo largo del trayecto precisará de la colaboración de otros, igual que los demás necesitarán de la suya.



El trabajo en red gana en importancia cada día. Y para poder contar con un buen sostén de contactos es imprescindible establecer conexiones con otras personas que nos puedan ayudar en la consecución de nuestro objetivo. De ahí la importancia del networking. Las redes de trabajo cobran protagonismo entre emprendedores pero también entre personas con negocios consolidados. Son una oportunidad para establecer nuevas conexiones con personas con las que podemos compartir ideas y recursos. Esto nos permitirá navegar de forma más segura.

 

Como todo en la vida, participar de un networking requerirá de un trabajo previo. Tendremos que construir nuestra imagen, nuestra reputación. Sería un error presentarse a una de estas reuniones sin saber exactamente qué vamos a ofrecer y cómo lo haremos. Porque se trata de ganar la confianza de los demás. En definitiva, de “ganar amigos” y establecer nuevas relaciones profesionales.

 

Este tipo de eventos se sustentan sobre dos bases principales. De una parte, ganar contactos y, de otra, ser capaz de influir en los demás para que nos tengan en cuenta. Para conseguir nuestro propósito no podremos pasar por alto una serie de estratégicas básicas que Del Carnegie describió en su libro Cómo ganar amigos e influir en los demás.

 

Estrategias de networking efectivo en un evento

 

En primer lugar será necesario seguir una serie de reglas para facilitar el acceso al networking.

 

#1. La planificación será básica para tener éxito. 

Será indispensable pensar cuál es nuestra propuesta y definirla con claridad. Esto nos hará sentir seguros a la hora de presentarla pero también propiciará que aquellos que nos escuchen tengan interés en lo que explicamos. El plan de networking deberá incluir el tipo de contactos que buscamos y que necesitamos.

 

Esto es más importante de lo que pueda parecer a priori. Si tenemos claro a quién nos queremos dirigir podremos, de antemano, contactar con ellos. Explicarles que asistiremos al evento y que estaríamos encantados de saludarle. De esta forma ya se crea una expectativa en la otra persona que espera contactar con nosotros durante la reunión. En ningún momento deberemos excedernos ni invadir el espacio del otro. Se trata de expresar nuestro más sincero interés por conocerle. Poner el acento en nosotros mismos resulta petulante.

 

Será necesario tener claro cómo podemos acceder al networking. En ocasiones, son las propias cámaras de comercio las que publicitan este tipo de eventos. Las asociaciones de empresarios, plataformas de negocios, redes sociales o embajadas comerciales tienen que ser consultadas de forma periódica para estar al día de las reuniones que se programan y seleccionar aquellas que nos interesan.

 

#2. Trabajar nuestra marca personal constituye una estrategia imprescindible.

Esto comienza por nuestra propia imagen. A este tipo de reuniones es conveniente asistir bien vestido, lo cual no debe malentenderse. En ningún caso implica disfrazarse porque tenemos que sentirnos cómodos y seguros. Pero sí tendremos que acudir con una ropa apropiada a la ocasión.

Tan importante será este aspecto como nuestra reputación en internet. También habrá que repasar nuestros blogs, webs y redes sociales para actualizarlas y analizar lo que transmitimos. Aunque en tiempos en los que las tecnologías median en las relaciones, también será válido imprimir tarjetas de presentación. Una vez en el networking deberemos ofrecerlas a aquellos contactos que nos interesen porque de esta manera si piensan en nosotros la buscarán.

 

#3. Tras el trabajo previo al evento, llega el día en el que tomamos contacto directo con las personas que asisten al networking. Hay que hacerlo con tranquilidad, con apertura a establecer nuevas relaciones y venciendo la timidez. En este tipo de reuniones tan perjudicial resulta hablar demasiado como no hacerlo. Y por favor sonríe de forma sincera. Las actitudes dicen mucho más que las palabras.

 

Claves para la autenticidad y la transparencia

 

- Mantén los ojos y los oídos bien abiertos. Es importante ser un buen oyente y prestar toda la atención a la persona que nos habla. Ella sentirá tu interés real. De la misma manera hay que mantener una actitud proactiva.

 

- Es conveniente mostrarnos tal y como somos y ser sinceros a la hora de hablar de nuestro proyecto.  No se trata de querer vendernos a toda costa.  Podemos elogiar las virtudes de aquel contacto que perseguimos para crear cierta complicidad entre ambas partes.

 

- Tener claro que se trata de colaborar, no de pedir favores. Hay que aplicar el denominado win-win, que no es más que establecer una relación en la que ambas partes ganen. Por tanto, la sinceridad, la transparencia y la capacidad de ponerse en el lugar del otro serán primordiales para poder establecer una relación que perdure después en el tiempo.

 

- Durante el encuentro será importante saber hablar en un ambiente distendido. Los valores personales tienen mucho peso a la hora de iniciar nuevas relaciones. Por eso, encontrar momentos en los que proponer otros temas de conversación fuera del ámbito estrictamente profesional ayudará a conocer mejor a nuestro potencial colaborador o cliente.

 

- En caso de acordar una fecha para un segundo encuentro después del networking, será oportuno que le hagas sentir bien por haber accedido a volverte a ver. Debe sentir satisfacción por haber aceptado tu sugerencia. En ningún caso debe confundirse con la adulación. El principio, siempre, es la sinceridad.

 

Cómo afianzar la relación

 

Una vez finalizada la reunión no acaba el trabajo. Deberemos cuidar aquellos contactos que hayamos hecho, proponerles una nueva reunión e interesarnos por sus avances. Se persigue de esta forma, afianzar la relación. Para ello las redes sociales suelen ser muy eficaces.

El responsable de cualquier negocio debe ampliar y nutrir su propia red de contactos y para ello hay que salir del entorno habitual de trabajo. Este tipo de encuentros facilitan el hecho de descubrir nuevas personas con las que, si a corto plazo tenemos claro que no colaboraremos, es beneficioso tenerlas presentas para el futuro.

 

El networking nos puede abrir nuevas puertas en el mercado laboral, atraer clientes potenciales y dar una mayor visibilidad a nuestro proyecto. No obstante, también nos ayudará en nuestro crecimiento personal porque seremos capaces de vencer algunos de nuestros temores y reforzar algunas de nuestras virtudes. Asimismo, nos permite establecer nuevas relaciones personales que abren la puerta a nuevas amistades. El compromiso, la responsabilidad, el respeto o la aceptación son valores que impregnan cualquier evento de este tipo.

 

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Ganar amigos e influir en personas de negocio resulta fácil si se entrena la capacidad  para alcanzar nuestro objetivo. Si quieres mejorar tus relaciones personales y conocer con más detalle como tener éxito al practicar el networking, en Dale Carnegie te lo explicamos.