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Cómo liderar a la Generación Z desde su propia perspectiva (y no desde la nuestra)

Descubre cómo las habilidades de comunicación efectiva, liderazgo y relaciones interpersonales son la clave para…

El liderazgo está cambiando. Y lo está haciendo a la velocidad de la Generación Z (personas nacidas entre mediados de la década de 1990 y 2010).

Cada vez son más los responsables de RRHH que nos dicen: “No es fácil conectar con ellos.”

Pero, ¿y si el problema no está en ellos, sino en cómo los estamos liderando?

Hoy, la Generación Z ya está presente en nuestras plantillas. Son jóvenes que no entienden el liderazgo como lo entendían las generaciones anteriores. Lo cuestionan, lo retan, lo resignifican. Y eso no es una amenaza: es una oportunidad.

¿Qué esperan de nosotros como líderes?

  1. Autenticidad.
    Quieren que lo que decimos y lo que hacemos esté alineado. No siguen títulos; siguen valores. El “haz lo que digo” ya no funciona si no va acompañado del “y verás que yo también lo hago”.
  2. Propósito.
    No trabajan solo por un sueldo. Buscan un “para qué”. Liderarles significa saber conectar el trabajo diario con un propósito que tenga sentido.
  3. Diálogo constante.
    No quieren jefes que den órdenes. Quieren líderes que escuchen. Esperan participar, opinar, y sentirse parte de las decisiones. El feedback no puede ser algo que se da una vez al año: debe ser parte de la cultura del día a día.
  4. Bienestar emocional.
    Para esta generación, el trabajo no puede estar separado de la salud mental. El liderazgo empático no es un extra. Es una necesidad.
  5. Diversidad real.
    No basta con tener políticas de inclusión: hay que vivirlas. Quieren trabajar en entornos que reflejen el respeto, la apertura y el compromiso con la diversidad.

¿Cómo te ayuda Dale Carnegie a liderar desde este enfoque?

Nuestro método lleva más de un siglo centrado en lo que hoy se vuelve imprescindible:

  • Escuchar activamente
  • Generar confianza
  • Comunicar con claridad
  • Inspirar compromiso
  • Liderar desde la colaboración, no desde la imposición

En nuestros programas ayudamos a los líderes a desarrollar estas habilidades, a transformarse en facilitadores del crecimiento, y a conectar con personas, más allá de las generaciones.

La Generación Z no es un reto. Es una llamada. Una invitación a evolucionar la forma en la que lideramos.

Porque si cambias la forma en que lideras, cambian los resultados. Y, en este caso, lo que cambia, mejora.