Las habilidades interpersonales ganan a la tecnología

 

La tecnología está reemplazando muchas de las tareas que solemos realizar los humanos en el trabajo. Sin embargo, ciertas habilidades son insustituibles. Desarrollarlas nos hace más competitivos, nos hace imprescindibles en el terreno laboral. 

 

 



Triunfar en un mundo laboral cambiante 

 

El mercado del trabajo se transforma a pasos agigantados. Es preciso que las empresas y los particulares seamos conscientes de esta realidad y nos adaptemos a ella.

 

La evolución, debida a avances tecnológicos y cambios sociales, ha provocado desempleo en profesiones que hasta hace poco eran muy estables. El motivo es que, con cierta tecnología, algunas actividades pueden ser sustituidas por máquinas u ordenadores. Un ejemplo claro es el telemarketing o el vendedor al detalle. Incluso, en el caso de la medicina, es muy posible que, en pocos años, los ordenadores realicen diagnósticos con más fiabilidad que los seres humanos. 

 

Para que nos hagamos una idea, en un futuro cercano ya no existirán las profesiones cuyos trabajos manuales los pueda llevar a cabo una máquina. Incluso más, desaparecerán aquellas que no ofrezcan una utilidad y un valor añadido a la sociedad. Pero… ¿qué podemos hacer para que nuestra labor ofrezca ese valor añadido?

 

El valor añadido está en las habilidades interpersonales

 

La realidad es que, cuanto más repetitiva y automática es una actividad, más susceptible es de ser replicada por la tecnología. Teniendo en cuenta esto, la clave para que una profesión sobreviva, está en su grado de “humanización”. Esto significa especializarse en profesiones “poco mecanizables” u ofrecer un valor añadido a nuestra actividad. Dicho de otra manera, es preciso reforzar todas aquellas habilidades que tienen que ver con las relaciones personales y que no pueden ser reemplazadas por una máquina o un ordenador.

 

La pregunta que debemos hacernos es: ¿qué ofrezco desde mi puesto de trabajo o profesión que no pueda ser sustituido por la tecnología?  En este sentido, Dale Carnegie señalaba ya ciertas habilidades totalmente necesarias el ámbito profesional y que podrían ser la respuesta. Estamos hablando de las relaciones interpersonales. Entre ellas, destacamos algunas, que os proponemos en las siguientes líneas:

 

 

 

#1. Habilidades para la comunicación efectiva

Existen varias formas de comunicación. La comunicación verbal es la más conocida, pero igual de importante es la comunicación no verbal. Esta se transmite a través de nuestro lenguaje corporal y expresa de forma más sincera nuestros sentimientos. 

Las habilidades para una comunicación efectiva es saber expresarnos con claridad, de forma verbal y no verbal, y escuchar de forma genuina. La buena noticia es que se pueden aprender. Todas las personas podemos adquirir estas capacidades si tenemos el deseo real y el tesón para hacerlo.

 

En el mundo profesional, transmitir nuestros mensajes adecuadamente y de manera convincente, especialmente cuando nos encontramos ante situaciones complicadas, nos dará una ventaja. La capacidad para comunicar eficazmente nos puede ayudar a la hora de afrontar una reunión, en la venta de un producto, o para inspirar y motivar a nuestros colegas de trabajo. En este sentido, existen estrategias que podemos aprender para mejorarla en nuestro día a día. Éstas tienen que ver con saber organizar las ideas de forma rápida, con tener confianza en uno mismo y con ser persuasivo, y transmitir las ideas con claridad. Un profesional que sepa comunicar adecuadamente es muy difícil que pueda ser sustituido por un ordenador… ¿o acaso las máquinas saben del arte de la persuasión?

 

#2. Habilidades para el buen liderazgo

Otra de las actividades insustituibles por la tecnología es la dirección de equipos humanos. El buen líder es aquel que inspira a los demás y potencia su talento. Además, sabe llevar a los equipos y que todos sus miembros avancen hacia un objetivo común, incluso en ambientes altamente competitivos. 

 

Ser un líder constructivo también tiene que ver con habilidades como saber resolver conflictos o evitarlos. Para ello, es preciso mantener la calma y ser ecuánime con todas las partes. Un líder que da ejemplo siempre encuentra una manera amistosa de actuar, de saber gestionar y aprovechar las diferencias.   

 

‘En lugar de censurar a la gente, tratemos de comprenderla. Tratemos de imaginarnos por qué hacen lo que hacen. Eso es mucho más provechoso y más interesante que la crítica; y de ello surge la simpatía, la tolerancia y la bondad.’ ─Dale Carnegie

 

#3. Una buena dosis de empatía mejora las relaciones

La empatía es una de las cualidades más relevantes en el ámbito de las habilidades interpersonales. Para ser llegar a ser empáticos, es preciso ponerse en el lugar de los demás y comprender sus necesidades. Esta habilidad nos ayuda a mejorar las relaciones con los otros porque tenemos en cuenta sus intereses sin perder de vista los nuestros. Esto provoca un ambiente de buena sintonía en las organizaciones sin la cual sería difícil convivir en los trabajos en equipo.

Desarrollar las habilidades interpersonales adecuadas nos ayuda a ser más competentes. Las que tienen que ver con la comunicación efectiva, el liderazgo y la empatía nos resultan útiles en todos los ámbitos de nuestras vidas.  

 

Con los programas de Dale Carnegie adquirirás estas habilidades y las integrarás en tu día a día. Pregúntanos.  . Ya son más de 9 millones de personas que lo han experimentado, ¿a qué esperas?

 

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